domingo, 19 de abril de 2015

Los faros II


Comentario de las tres últimas estrofas de Los faros.



ä  Pregunta 1: Contextualización.
 “Los Faros” es uno de los poemas que pertenecen a la primera parte del libro “Las flores del mal” del poeta Baudelaire, considerado precursor del Simbolismo y padre de la lírica moderna. Esa primera parte se llama "Spleen e ideal". En esta parte el poeta enfrenta el mundo cotidiano y el ideal, pero las formas de huida que aparecen en esta sección (belleza, arte, amor) fracasan y causan el hastío y se sitúa la perspectiva estética del poeta. En este poema, el poeta intenta buscar en el arte el remedio para el “Spleen”. [Estaría bien añadir que este poema, junto a El albatros y Correspondencias explicitan las bases de la concepción poética de Baudelaire]

ä  Pregunta 2: Comentario del fragmento.
El tema fundamental del libro es la angustia vital o spleen (el hastío) y los posibles caminos de salvación o evasión. Estos caminos son buscados, en vano, primero en la belleza, el arte y el amor, después en la ciudad y más tarde en los paraísos artificiales, lo que causa el comienzo de la degradación del yo poético que acaba buscando la solución en los vicios. Otra posible vía es la negación de valores, por lo que exalta símbolos de rebeldía (Satán, Caín). Tras continuos fracasos, la muerte aparece como la evasión definitiva.
En este texto, Charles Baudelaire considera que la labor del poeta era traducir en poesía el alma del arte y del artista, de ahí que recuerde a pintores y cuadros. En las ocho primeras estrofas recuerda los pintores y sus cuadros: Rubens (estrofa 1), Leonardo Da Vinci (estrofa 2), Miguel Ángel (estrofa 4), Puget (estrofa 5), Watteau (estrofa 6), los "Caprichos" de Goya (estrofa 7), Delacroix (estrofa 8). En las siguientes tres estrofas se refiere a la concepción romántica del arte como elevación impetuosa hacia lo Infinito, lo Eterno y la Divinidad.

   *   Pregunta 3: Recursos literarios.

En estas últimas estrofas del poema se explica que el arte dignifica y eleva al hombre de la miseria. En las estrofas 9 y 10 aparece una enumeración de las manifestaciones de los efectos que el arte da por medio de una cadena de metáforas (“una voz”, “una orden”, “un faro”) También emplea en estos versos la exclamación en las tres estrofas para enfatizar; y anáfora y paralelismo en la penúltima estrofa. En la estrofa 11 hay una invocación a Dios, lo que se conoce como apóstrofe. Colaborando con estas connotaciones espirituales se utiliza la sinestesia en “ardiente grito”, del penúltimo verso. En estas tres estrofas se aprecia un contraste entre las maldiciones y la dignidad o lo celestial, pasando de “esas blasfemias” del primer verso a la “eternidad” del último. 

[Muy bien la contextualización, bien contado el tema de Las flores del mal, pero muy flojo el final, que, en definitiva, debería ser cuando os enfrentáis en serio al poema que comentamos. Me falta por completo la esencia del poema, la justificación de todas las enumeraciones de las estrofas anteriores y el contenido trascendente que Baudelaire quiere transmitir y que queda explícito en estas tres últimas estrofas: la misión del arte y los artistas de ser guías de la Humanidad que la acerquen a Dios, consiguiendo elevar al ser humano desde la miseria hasta su dignidad. ]



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