Mi espíritu es muy débil: la mortalidad
me pesa mucho como un sueño renuente,
y cada pináculo y cuesta imaginada
de esfuerzo divino, me dice que tengo que morir,
como un águila herida que mira al cielo.
Sin embargo, es un fasto gentil el llorar
que no tenga vientos nublados que fresco
me mantengan para cuando la mañana abra los ojos.
Tales glorias pálidamente concebidas por la mente,
dan al corazón una disputa indescriptible,
así estos prodigios dan un dolor muy aturdido
que confunde grandeza griega con el rudo
desecho del viejo tiempo, con un ondulante mar
un sol, la penumbra de una excelencia.COMENTARIO
AL VER LOS MÁRMOLES DE
ELGIN – JOHN KEATS
1 El
poema titulado “Al ver los mármoles de Elgin” (“On seeing the Elgin’s marbles”
en versión oroginal), pertenece al poeta romántico británico John Keats. Fue
escrito en 1817, época en la que el autor se encuentra enfermo de tuberculosis
y decide oponer en sus poemas la contemplación de la belleza a la
inevitabilidad de la muerte.
2 Al
comienzo de la composición (primer cuarteto), el poema se muestra débil y
triste, pues sabe que se está muriendo. Introduce elementos de la arquitectura
personificada (pináculo, cuesta, verso 3) que le dicen que debe acabar sus
días. En el siguiente cuarteto, se compara con un “águila herida que mira al
cielo”. Esto puede ser entendido como que el animal es un ser lleno de fuerza y
vitalidad, que está enfermo y le duele mucho no poder volar libremente y sentir
el viento. El poeta ve que se está muriendo y que tal vez no pueda ver amanecer
nunca más. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es un poema romántico, es
decir, que juega con la ambigüedad; no se sabe si realmente quiere decir lo
contrario, pues en versos como el 2, “la mortalidad me pesa”, puede
interpretarse como que la muerte no viene y él quiere que aparezca. A pesar de
ello, y ante la conciencia de su propia mortalidad, la opone a la
perdurabilidad de lo griego. En los tercetos ya introduce su observación a los
mármoles, que le producen sentimientos confusos: por una parte se puede
interpretar que el poeta experimenta una sensación de angustia o dolor ante la
conciencia de la pervivencia de lo magnífico. Por otra parte, no queda claro
si en realidad le supone este dolor o
tal vez un consuelo, pues es una lucha consigo mismo, ya que a pesar de estar
herido, siente que merece la pena saber que lo esencial permanece.
Toda estos dobles sentidos se
deben poner en relación con la “teoría de la capacidad negativa” de Keats, que
opinaba que algunas certezas era mejor dejarlas abiertas a la imaginación y que
el elemento de duda y de ambigüedad añade romanticismo y profundidad a un
concepto.
3 Por todo ello, el poema es como
una balanza entre opuestos; se encuentran palabras contrarias como
ligereza-permanencia, gloria-dolor, finitud-eternidad, grandeza-deshecho, sol-penumbra, etc.
En
cuanto a los aspectos formales, la lírica de Keats se encuentra llena de un
lenguaje exuberante e imaginativo: en los cuartetos se puede hablar del campo
de lo luminoso, étereo, ligero, etc. frente a los tercetos, en los que
predomina lo prodigioso, la excelencia y la grandiosidad.
Abundan también los recursos
literarios, como encabalgamientos: “cuesta imaginada/de esfuerzo divino”
(versos 3-4), “el llorar/que no tenga vientos…” (versos 6-7), o “dan un dolor
muy aturdido/ que confunde grandeza…” (versos 10-11), todos ellos fruto de una
composición muy trabada y desarrollada propia de un tono casi filosófico.
Aparecen personificaciones: “cada
pináculo y cuesta me dicen…” (versos 3 y 4), “tales glorias dan al corazón…”
(versos 9 y 10). Destacar también las sinestesias como “la mortalidad me pesa”,
de los versos 1 y 2, que pone en relación un concepto abstracto con uno
concreto.
Entre los rasgos románticos más
destacados se encuentran los temas de la muerte, la angustia, el dolor, el
destino del hombre, y sobre todo, la vuelta al pasado griego y la ambigüedad
anteriormente citada.
Con todo ello, podemos observar
que John Keats fue uno de los más destacados poetas de la época por su
composición lírica.
El comentario es sobresaliente.
ResponderEliminarComo se puede apreciar es un comentario de redacción personal que no sigue exactamente los apartados del examen. A mí, personalmente, me parece que eso permite más libertad y profundidad a la hora de comentar y demuestra mayor madurez, pero, por si las moscas en una PAU, yo añadiría el número de la pregunta en el margen, para que no digan que no se están siguiendo las directrices del examen. Es una cuestión meramente formal, porque sí se han analizado todos los puntos propuestos y, además, en su orden: 1, localización; 2, temas; 3, Recursos.
Una falta de ortografía que he corregido. (Deshecho de deshacer =/= desecho de desechar)